La mejor forma de conservar los postres

La mejor forma de conservar un postre es distinto para cada uno. Cada alimento es único y cuando juntamos más de uno para crear un pastel, un flan o unas galletas, solemos confundirnos con cómo llevar a cabo su conservación.

Los postres que se realizan en casa no siempre se sirven el mismo día que se preparan. En la mayoría de las ocasiones se realizan con uno o incluso varios días de antelación. Entonces, ¿qué hacer para conservarlos correctamente?

La mejor forma de conservar postres tipo tiramisú, flanes o natillas es guardándolos en la refrigeradora. De esta forma pueden llegar a conservarse una media de 4 días sin perder su sabor.

A diferencia de la creencia de muchos, si un pastel es de chocolate no tiene por qué conservarse necesariamente en la refrigeradora. Los pasteles que contengan chocolate pueden conservarse a temperatura ambiente, siempre que no se den dos casos: que haga mucho calor o que contenga un relleno lácteo.

La mejor forma de conservar los postres fuera de la refrigeradora
Los bizcochos o pasteles son los postres por excelencia y su almacenamiento suele traer de cabeza a más de uno. La mejor forma de conservar un pastel es a temperatura ambiente. Los pasteles que están enteros, es decir, aquellos que no hayan sido cortados, son los que mejor se conservan.

Si el pastel no lleva ningún tipo de glaseado, la forma correcta de conservarlo es cubriéndolo con papel film o papel transparente. Si además se guarda dentro una bolsa con cierre hermético, el pastel se conservará perfectamente durante una semana.

Si se trata de un pastel con glaseado, éste hace de primera capa protectora y evita que se reseque. Por este motivo, para conservar este postre únicamente hay que protegerlo del polvo. Este proceso puede llevarse a cabo mediante una campana protectora de alimentos.

Cuando se ha servido un pastel y ha sobrado una porción del mismo, tenemos dos opciones para conservarlo. Bien poniendo glaseado en los costados cortados, bien cubriéndolo con plástico para alimentos. No obstante, con esta segunda opción hay que tener mucho cuidado, porque es crucial que el plástico se quede pegado para que no se escape la humedad. En este caso, la mejor opción es meterlo a la refrigeradora, ya que el pastel está cortado y tiene una mayor propensión a dañarse.

 

 

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